Durante la semana de la Paz realizamos diferentes
actividades muy enriquecedoras para todos.
Tuvimos la suerte de compartir una mañana con nuestros "hermanos mayores" y realizar una actividad común. Fue muy bonito ver
sus caras cuando el grupo de “mayores” entraron en nuestra clase. Al principio
solo se hablaban con miradas y sonrisas cómplices pero pronto empezó el
verdadero hermanamiento.
Juntos, picamos unos pequeños ojos que se iban a convertir en un
ojo gigante.
El día 30, nos dirigimos al patio del colegio para celebrar el día de la Paz. Allí estaba el ojo gigante que todo lo ve, para recordarnos que tenemos que estar atentos a lo que pasa a nuestro alrededor. Si todos somos valientes, haremos un mundo más justo y mejor.
Ya en clase, queríamos elegir entre todos un compromiso. Después de muchas aportaciones nos dimos
cuenta que el verbo “Ayudar” es el que más se escuchaba. Así que fue muy fácil elegir el compromiso que debemos cumplir día a día. “Ayudar a los demás”.
Todos los alumnos de infantil pusimos en común nuestros
compromisos. Fue una mañana inolvidable.
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